jueves, 23 de octubre de 2014

“EL VIH TAMBIÉN ES COSA DE MUJERES” ENTREVISTA CON DIANA GARCÍA ORDOÑEZ

Cuando pensamos en VIH/Sida, lo más común es asociarlo con la homosexualidad, o mejor dicho con personas homosexuales. Pesan además sobre nuestras memorias las imágenes del actor Rock Hudson o los músicos Liberace o Freddie Mercury, quienes fueron algunas de las primeras figuras en fallecer a causa de la presencia del virus en sus organismos, así como los rumores más o menos fundados en cada caso sobre la orientación homosexual de cada personaje.

Se sabe además que la de hombres con prácticas homosexuales (que incluye a hombres bisexuales, gays e incluso heterosexuales) es la población más vulnerable ante el VIH/Sida. Sin embargo, una población que no puede jactarse de ser poco significativa con relación a esta pandemia es la de mujeres. Mujeres gay, mujeres lesbianas, mujeres bisexuales, mujeres heterosexuales, mujeres poliamorosas, poligámicas monogámicas, mujeres, mujeres, mujeres.

El pasado sábado 18 de octubre, nuestra invitada en Las Horas Retorcidas, Diana García Ordoñez, quien es una conocida activista en temas de equidad de género, derechos humanos y promoción de la salud entre otros, nos explicó ampliamente sobre la enorme complejidad que rodea el tema de las mujeres y el VIH, partiendo de la premisa del poder ejercido por el patriarcado, que condiciona desde la más temprana infancia, incluso el rol social y el esquema de prioridades para cada individuo a partir de su genitalidad. Así, por ejemplo se nos narra que las mujeres, aunque suelen estar al pendiente de la salud de los miembros de su familia, son más renuentes a prestar atención a la suya propia, incluyendo sus visitas al médico. —Sólo acuden a consulta— Señala Diana, —cuando el malestar que padecen les impide la atención de sus seres queridos. Cuando no pueden lavar, planchar, llevar a sus hijos a la escuela, cocinar, ir al mercado. En fin, cuando su función social se ve trastornada. Mientras esto no ocurra, con todo y dolencia allá va la mujer haciendo lo que socialmente se dice, le es propio—.

Si pensamos un poco en lo anterior, no nos es difícil inferir que cuando una mujer acude a consulta médica porque su malestar es muy grande, generalmente su enfermedad puede hallarse en un estado muy avanzado, lo cual como sabemos, para el caso de enfermedades graves, suele ser incluso mortal. Sin embargo este no es el único problema de salud relacionado con las mujeres. Líneas arriba se dijo que las mujeres heterosexuales monogámicas también son vulnerables ante el VIH/Sida, e incluso, dentro del universo “Mujeres” son el grupo más expuesto ¿por qué?

—La cuestión es que las mujeres no estamos empoderadas para exigir métodos de protección para con nuestro esposo, novio o concubino, si tenemos una relación monogámica— nos explica Diana. —Si se llega a tocar el tema, inmediatamente será el varón quien se sienta ofendido y la primera pregunta hacia su pareja será “¿Pues qué hiciste?”. No obstante, no ha sido ella, sino él quien, valiéndose de la permisividad social que existe con relación a la infidelidad masculina, se relaciona con diferentes parejas sexuales (mujeres, hombres y/o trans) y, al no existir la precaución suficiente, es a partir de ello que las mujeres heterosexuales monogámicas están siendo infectadas. Imaginemos ahora la problemática de mujeres viudas, porque la pareja varón falleció ya a causa del VIH, o de quienes son abandonadas y tienen hijos, o las que viven en pobreza extrema. Para ellas, el VIH se convierte en un factor de vulnerabilidad económica, social y psicológica que no siempre es apreciado con claridad por parte de los organismos gubernamentales e internacionales especializados en atención y prevención del VIH/Sida—.

Diana García nos informó que la asociación civil a que pertenece: Salud Integral para la Mujer A.C. SIPAM, cuenta con un Programa de Mujeres y VIH, en el que parte de sus actividades consiste en fomentar el intercambio de experiencias entre mujeres seropositivas a VIH que pueda aportarles más y mejores estrategias para la vida en convivencia con la infección. —El VIH no es un asunto de muerte, sino de vida— Afirma Diana. —y en SIPAM nos dedicamos precisamente a reforzar esta perspectiva—­. Señaló además que los recursos económicos para la atención de dicha pandemia son limitados, así como que es comprensible que la efectividad en su aplicación requiera identificar a los grupos más vulnerables, pero lograr que la problemática de las mujeres alcance visibilidad requiere mucho más que una espera pasiva, por ello SIPAM promueve que las mujeres se enuncien y levanten la mano y la voz.

Agradabilísimo programa donde además, Ericka, José Antonio y la propia invitada, improvisamos una orquesta para acompañar a Folie, quien nos interpretó un par de rolas en su guitarra. Hablamos de transferencia y contratransferencia psicoanalíticas, de cosas mariconas, de zombies, de Frankenstein y otros tantos asuntos deliciosos y retorcidos. 



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